Si tachas con un rotulador rojo cada día que pasa es que estás a punto de coger vacaciones.
Y ya sabes lo que ocurre en las semanas previas de vacaciones.
Te haces listas interminables parecidas a estas:
- terminar los proyectos que tienes a medias
- dejar la bandeja de entrada limpia y reluciente, sin mails por contestar
- programar los mails automáticos en los que dices que «a la vuelta de mi merecido descanso te contesto»
- enviar los presupuestos que te han pedido para el próximo año
- agendar los eventos que tienes programados para otoño-invierno: los cursos, conferencias, ponencias y visitas de clientes
Y si a todo esto le sumas el lío que supone irse de vacaciones en familia, tu cabeza no da más de sí
Porque tu y yo sabemos que los preparativos son tela marinera y muchos puntos a tener en cuenta:
- el fin de curso de los pequeños de la casa
- el festival del colegio
- qué te llevas y que no en la maleta
- cuántas maletas: ¿cada uno la suya o cómo lo hacemos este año?
- dejar la casa ordenada
- vaciar la nevera y regalar la comida a la vecina
¿Te vas al extranjero? más puntos para no olvidar
- cambiar divisas
- llevar enchufes adaptables
- descargar apps de mapas y recomendaciones actualizadas
- vaciar el móvil para tener espacio para las fotos
- crear listas de música en Spotify para el viaje
- tener varios libros en tu Kindle
En estas semanas tu productividad tiene que ir como un reloj suizo.
Son muchas listas y cantidad de pequeñas acciones que vas a tener que tener terminadas en pocos días. Al minuto y sin perder el compás.
Y si no afinas tus tiempos y energía aparecerá el estrés pre vacacional.
Muchas tareas por terminar y poco tiempo.
El agobio empieza a asomar la cabeza cuando tus compañeros se van y ves que ellos lo han dejado todo listo.
Ahora te invito a que reflexiones un momento
El año pasado también te fuiste de vacaciones y también tenías decenas de tareas que tuviste que terminar y agendar
¡Y lo hiciste! Te tomaste tu merecido descanso con todo listo.
¿Por qué lo pudiste terminar todo y de normal te cuesta un mundo? te preguntarás
La respuesta es fácil:
Porque tienes una fecha tope para hacerlo
Así de sencillo.
Sabes que el día x será el último que vas a tu oficina o que abres el portátil.
Y te organizas porque no puedes llevarte el trabajo a Croacia o a Ibiza (puedes, pero tu familia te dejaría de hablar)
Las semanas previas a tus vacaciones tu productividad se dispara porque tienes una fecha límite.
Para que puedas ser más efectiva en los días previos a tus merecidas vacaciones, en este post te dejo 3 meditaciones guiadas enfocadas en mejorar tu productividad y unas pautas sencillas que a mi me sirven.
Pautas sencillas y efectivas para ser más productiva y terminar antes tus tareas
#1. Responsabilizarte solo de lo tuyo
Delego lo que puedo delegar y en estas semanas no me ofrezco a hacer el trabajo de otros.
Pensar en ti no es ser egoísta, es ser responsable.
#2. Crear un calendario del los días que faltan para marcharte
Así de un vistazo sabrás como llevas tus objetivos.
#3. Separar las tareas por intensidad
Porque no es lo mismo hacer un listado de clientes/proveedores que redactar un post o un informe
Cuando tengas las tareas separadas por importancia es el momento de rellenar tu diario o calendario.
Ten presente como tienes tu energía en tu día. Si eres más creativa de mañanas o por las tardes te concentras mejor.
Ahora que tienes las tareas ordenadas y sabes lo que tienes que hacer cada día, te invito a que practiques alguna de estas meditaciones cada día o mejor las tres todos los días :)
Notarás como ganas foco y concentración.
Estarás más en el momento presente y las distracciones serán menos.
Deseo que los días previos sean poco estresantes y tu humor no se resienta.
Y tú ¿cómo te las apañas para dejarlo todo listo antes de tu merecido descanso?
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Seguro que nos inspira a más de una