Si un sábado de primavera coges el coche por la mañana para ir a ver y escuchar a uno de tus ídolos vas disparada y llena de ilusión.
La temperatura agradable, el campo exuberante de colores y la luz que disfrutaba mientras iba conduciendo hicieron que fuera una mañana memorable.
Esto es lo que me ocurrió a mí el pasado sábado 11 de abril. Estaba llena de entusiasmo para ver a Emilio Duró en acción y que no me lo contaran.
Emilio Duró desprende optimismo en cada frase que dice y esto se contagia.
En este post voy a intentar plasmar los conceptos que más me impactaron en las más de dos horas de conferencia. Es mi humilde resumen de sus ideas para que te replantees ser Optimista.
Cómo ser optimista
Ser o no ser optismista es una eleción. No te viene de serie como si eres alta o baja, con el pelo rizado o liso. Es una actitud. Y las actitudes las tomamos desde la mente. Con pensamientos sostenibles y actos que nos favorecen.
Se puede comparar con que un día quieres tener un cuerpo más tonificado. Es una decisión y buscarás la manera de conseguirlo (comer mejor, fortalecer los músculos y hacer ejercicio cardio bascular. Por poner un ejemplo) Te entrenarás para estar como quieres estar.
Con el cerebro pasa exactamente lo mismo. Si quieres cambiar una actitud debes entrenarte y tomártelo muy en serio.
[Tweet «Ser #optimista es una actitud y debes tomártelo muy en serio»]
Mira estos datos de las personas optimistas
- rinden entre un 65% y un 100% más que los que no lo son
- viven 5 años más que el resto
- afrontan mejor las adversidades y los problemas
- viven mucho más felices
¿Qué hacer para ser y mantenerte optimista?
Es cierto que influye el entono y cómo has vivido tu infancia. Pero lo que de verdad importa es como vives tu vida. A continuación dejo 6 pautas muy reveladoras. Si quieres ser optimista ponte una disciplina de actitudes y una fecha de caducidad. Por ejemplo:
- súmale 3 meses a partir de hoy «Durante estos tres meses voy a vivir como un/a optimista»
Entrena cada día y mantente firme:
- vive el presente. Si vives anclada en el pasado siempre tendrás algo que arreglar o alguien a quien pedir explicaciones.
- responsabilizate de tu vida (esto me encanta) ¿y qué tiene que ver la responsabilidad con todo esto? pues todo. Porque cuando te responsabilizas de tu vida puedes cambiar o modificar aquello que no te gusta o no te hace bien. Si no tomas las riendas de tu vida y le echas la culpa de todo lo que te pasa a tus compañeros de trabajo, a la situación económica o a tus padres, no podrás cambiarlo. Te estarás moviendo en círculos.
- cuando aparezca un problema, piensa un momento ¿Qué puedo hacer para mejorar esta situación?
- quítate importancia y no te sientas el centro del Universo. ¿O te crees que toda la inmensidad del planeta y todos sus habitantes quieren fastidiarte? Un optimista nunca pensará: «todos los marrones me caen a mi» o «tengo a todo el mundo en contra»
- elige vivir tu vida de una manera simple, no te compliques tu existencia
- busca personas optimistas y rodeate de ellas. El optimismo se contagia
Mis ojos se mantenían como platos y mi cabecita no paraba de procesar toda la información que iba escuchando. Porque Emilio Duró es un conferenciante atípico. Habla muy deprisa. Va de un tema a otro. Cuenta situaciones muy graciosas y las mezcla con dramas de saltarte las lagrimas. Desde luego que sabe mantener la atención con el público. Y así estaba yo, sin quitar la vista del escenario y garabateando notas.
Esta conferencia formaba parte de la entrega de premios que otorgaba la PIMEEF a los negocios más innovadores y emprendeores del 2014. Una gran parte del público eran propietarios de comercios y pequeñas empresas y les lanzó algún guiño como este:
«Si tu pequeña zapatería que heredaste de tu abuelo no es lo próspera que tu quisieras. Cierra el chiringuito un mes y date una vuelta por el mundo. Busca las zapaterías de más éxito y copia lo que hacen. Hazlo igual que ellos. Algo harán mejor que tú»
Y ahora yo te propongo. ¿Y si aplicamos esta receta para ser más felices?
Si quieres mejorar tu optimismo y vivir más feliz. Date una vuelta por tu entorno, busca personas que vivan con optimismo y copialas.
La vida de cada uno de nosotros es bastante parecida a la de nuestro vecino. Lo que hace que tengamos vidas singulares son los detalles. Sé curioso y observa la vida de los demás
- qué hacen para ganarse la vida. ¿Trabajan para alguien o han decidido hacer lo que les apasiona?
- cómo lo hacen. Puede que se dediquen a algo que no les llena, pero fíjate en su actitud y en cómo se comportan en sus trabajos.
- cómo afrontan las dificultades. ¿Qué papel adoptan?
- qué tipo de inquitudes tienen. ¿Quieren aprender? ¿Se apuntan a cursos?
- incluso, qué comen. Pregúntales que No comen y te llevarás más de una sorpresa
- cómo cuidan su cuerpo. Qué tipo de ejercicio hacen y con qué frecuencia
- qué hacen cuando se estresan. ¿Tienen trucos para relajarse?
- qué tipo de libros leen. Filosofía, divulgación o novelas policiacas
- qué miran en la TV. ¿Noticias, programas de cotilleo o series?
- a quien admiran y escuchan. Pregúntales por donde navegan en Internet
- qué hacen con su tiempo. ¿Son personas altruistas? ¿Sabes si dedican una parte de su tiempo a los demás?
- cómo se relacionan. ¿Tienen a su familia y amigos cerca? o ¿está a la otra punta del continente?
Deseo que estas pautas te ayuden a estar mejor contigo mismo/a y a ser una persona más feliz.
¿Añadirías alguna otra?
Ahora te toca a ti. ¿Te consideras una persona optimista?
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