¿Te preocupas o te ocupas?
La preocupación , el estrés y la ansiedad son como tres hermanos cansinos y desobedientes.
Y la preocupación es el líder de todos los problemas.
La preocupación es aquello que se te pasa por la cabeza y te impide hacer aquello que ibas a hacer
Al igual que el estrés y la ansiedad, la preocupación es natural. Todo el mundo se preocupa
Todos nos preocupamos de vez en cuando o todos los días y mucho.
Para aprender a dejar de preocuparte es importante saber por qué lo haces.
Tenemos tres tipos de preocupaciones
Preocupación 1. ¿Y si?
Esta es la más habitual. Es cuando te obsesionas con problemas que todavía no existen.
Te pones en lo peor y por esto nunca te ves capaz de afrontar el problema
Es la procupación más destructiva.
Te preocupas por cosas que podrían ocurrir pero que todavía no han ocurrido.
Es una pérdida de tiempo monumental.
¿Y sabes qué es lo peor?
Que preocuparse por un posible futuro provoca la misma reacción en tu cuerpo que un problema de verdad.
Ejemplos:
¿Y si no entrego el material en la fecha pactada?
¿Y si no paso la entrevista?
¿Y si suspendo el examen?
Estás tan centrada en imaginarte lo peor que vives esas emociones como si ya estuvieran ocurriendo.
- Sientes pánico (por si despiden)
- Miedo (a no dar la talla)
- Angustia (por si no les gusta tu trabajo)
Si lo piensas bien, te estás obligando a vivir situaciones que te asustan.
Para hacerlo todavía más dramático, también te ocurre que:
Cuando estás metida de lleno en los ¿Y si? entras en un círculo vicioso de preocupaciones extras que no te dejan concentrarte porque tu cabeza solo piensa en preocupaciones.
Preocupación 2. Problemas que No dependen de ti.
Cuando te preocupas por situaciones que no puedes cambiar, como el paso del tiempo o las altas temperaturas veraniegas.
Las situaciones que te incomodan existen, pero tu no puedes hacer nada al respecto
Preocupación 3. Problemas que Si dependen de ti
Esta es la única que te preocupas por algo que si controlas.
Por ejemplo, te has olvidado confirmar la reserva del hotel de tus vacaciones.
En este caso si te preocupas será positivo, ya que pensarás en acciones para resolver el problema cuanto antes: llamarles por teléfono, buscar otro hotel por la zona. O pensar en otras alternativas de alojamiento.
Esta es la mejor manera de resolver problemas, pensar en acciones y llevarlas a cabo
¿Cómo podemos poner a la preocupación en su sitio?
La pregunta del millón es:
¿Por qué nos preocupamos?
Hasta qué punto te preocupas y de qué te preocupas depende exclusivamente de ti.
Vamos a poner la preocupación en su lugar.
¿Quieres aprender a dejar de preocuparte?
Lo primero es analizar con lupa y poder mirar desde otra perspectiva.
Error #1. «Si me preocupo es porque me importa»
Es cierto. Si algo te importa un pimiento ni le prestas atención.
Pero estarás de acuerdo conmigo que no es lo mismo:
- preocuparse por algo
- mostrar interés por algo
Cuando te preocupas en exceso por algo aparece el estrés, la ansiedad. los nervios y la tensión
Cuando tienes interés por algo o alguien los sentiemntos son muy distintos: te sientes satisfecha y haces las cosas de manera relajada.
Error #2. «Si me preocupo evito que ocurra una catastrofe»
No tienes poderes sobre naturales, admítelo.
Si tienes una prueba escrita, el preocuparte no te hará aprobar el examen. Aprobarás si estudias, no si te preocupas.
Confundimos el preocuparnos por el ponernos manos a la obra.
Has oído alguna vez a alguien decir «Tengo una idea que me hará millonario» ¿y que haya ganado un montón de dinero?
Con las ideas dentro de la cabeza no se gana dinero.
Al final, es lo que haces y cómo lo haces lo que puede cambiar tu situación.
Error #3. «Si me preocupo siento que tengo el control» 
Cuando ocurre algo extraordinario y perdemos el control, es muy natural que queramos recuperarlo.
Pero cuando no puedes hacer nada para cambiar o mejorar la situación, deja de preocuparte.
Por ejemplo. Estás organizando un evento al aire libre y te preocupa el tiempo que va a hacer.
Mejor piensa en tener un plan B y uno C por si llueve o viene una tormenta de viento y arena.
Error #4. «Si me preocupo estaré preparada para lo peor»
Cuántas veces has pensado: «espero lo peor así no me decepcionaré»
Y estás en modo negativo todo el día y toda la semana.
Además reaccionarás con los pensamientos negativos en tu cabeza y te aseguro que los resultados no serán los mejores para ti.
Si te pones a pensar en lo peor, sentirás tus emociones también en lo peor.
Y si al final ocurre, te habrás sentido mal por partida doble
Antes de ponerte en lo peor, hazte esta pregunta:
Si ocurre lo peor ¿me afectará durante un día, una semana, un mes o un año entero?
Ejercicio para practicar el dejar de preocuparse
Este ejercicio lo puedes hacer con cada preocupación que tengas
Coge tu libreta favorita o abre un nuevo documento en word.
- Describe el problema por el cual estás preocupada. Hazlo de la manera más minuciosa posible. Con todo lujo de detalles
- Describe todo lo que tu crees que podría suceder. Puedes usar una lista o hacer una columna
- Lee en voz alta lo que has escrito. Después puedes borrar lo que crees que sobra
- Anota las acciones que puedes hacer tu para resolver este problema
- Vuelve a leer todo lo que has escrito en voz alta
- Ponte manos a la obra
¿Qué es lo que más te preocupa en estos momentos de tu vida?
Ya sé que es un tema personal y delicado
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