¿Te has parado alguna vez a observar como es tu respiración?
Si respiras rápido o lento.
Acelerada o pausada.
Si usas toda tu capacidad torácica o solamente una parte de tus pulmones.
Te pregunto esto porque la mayoría de las personas no respiramos bien. Lo hacemos muy rápido y sin pausas, como casi todo lo que hacemos en nuestro día a día. Vivimos en una sociedad muy acelerada: comemos rápido, hablamos atropelladamente, caminamos deprisa por las calles y claro, nuestra respiración no podía ser menos: respiramos de manera acelerada y sin pausas.
La forma en como respiras refleja tu estado físico y anímico. Cuando pasas por una situación de alerta o peligro tu respiración se agita y cuando estás tranquila es profunda y calmada. Así que intenta mantener tu respiración profunda y pausada en cada momento que puedas, va a repercutir favorablemente en tu salud física y anímica, por ejemplo:
- facilita la oxigenación de las células y del cerebro
- regula el ritmo cardíaco y la presión arterial
- favorece la circulación y la digestión
- calma tus pensamientos
Y practicar la respiración consciente también ayuda nivel emocional porque tiene los mismos efectos que los ansiolíticos y los tranquilizantes, produce una agradable sensación de relajación y tranquilidad. Y tener un control adecuado de tu respiración es la mejor estratégia para prevenir el estrés y para gestionarlo cuando aparcen los primeros signos de alarma:
- sudoración
- taquicardia
- falta de aire
Las civilizaciones antiguas ya sabían de los beneficios de la respiración consciente, sin embargo nuestra «civilización moderna» ha comenzado hace poco darse cuenta de su enorme potencial.
Te invito, si tienes tres minutos, a hacer un ejercicio muy sencillo. Quiero que observes como respiras «en piloto autómatico» y como lo haces de manera consciente. Y que después busques las diferencias.
Ejercicio práctico de respiración consciente
La primera parte tienes que cierrar los ojos y respirar normalmente durante tres minutos.
La segunda parte tienes que respirar de manera consciente durante tres minutos, siguiendo estas indicaciones:
- pon en silencio tu Smartphone
- siéntate cómoda en una silla o túmbate en una colchoneta.
- coloca tu mano derecha sobre el vientre para notar sus movimientos
- cierra los ojos y concéntrate en tu abdomen
- coge aire por la nariz contando mentalmente del 1 al 4 mientras hinchas tu abdomen
- exhala también contando mentalmente del 4 al 1 mientras se deshincha tu abdomen.
- repite los pasos 5 y 6 durante tres minutos.
Cuando termines, responde a estas preguntas:
¿Has notado alguna diferencia entre las dos respiraciones?
¿Cómo te has sentido después de una respiración y de la otra?
Este tipo de respiración te ayudará a :
- calmar tu mente
- relajar tu musculatura de tu espalda, por ejemplo
- aliviar algún tipo de dolor leve
- mejorar tu concentración
Lo bueno de este tipo de respiración es que la puedes practicar en cualquier momento y lugar.
Y que cuanto más practiques, mejor te sentirás.
Es como practicar la meditación. Te recomiendo que empieces por 3 minutos y con la práctica vayas aumentando el tiempo.
La puedes empezar a practicar en tu casa, después de desayunar. Cuando hagas una pausa en tu trabajo. Si eres creativ@, antes de empezar a diseñar, dibujar o escribir te ayudará a no perder el foco y a que aparezcan las ideas.
Y también al aire libre se puede practicar está respiración: en la parada del bus, sentada en un banco del parque descansando en una playa.
Cualquier lugar es bueno :)
¿Te animas a empezar hoy mismo a practicar la respiración consciente?
¡¡Me encantará leer tus experiencias!! puedes dejar tus comentarios aquí abajo. Y si te ha gustado y te ha parecido útil este post, compártelo con tus amig@s. Te estaré por siempre agradecida.
Marta