Tienes tu día planificado del primero hasta el último minuto.
Desde que te levantas y te cepillas los dientes tu horario viene marcado por actividades y responsabilidades hasta que te acuestas
Y te ríes por dentro cuando alguien te propone «deberías hacer algo para no ir tan estresada»
Es tarea imposible no tener estrés con el ritmo de vida y trabajo que en estos momentos tienes.
¿Cómo vas a «dejar de hacer» con la cantidad de tareas que tienes por terminar?
No va contigo el dedicar 20 minutos de tu precioso tiempo a «no hacer nada»
Te entiendo porque a mi me pasaba igual.
En mi casa me llaman la «hacedora». Estoy todo el día haciendo algo con mis manos.
Tengo esa cualidad. Que por un lado está bien pero si no pongo freno acabo agotada y estresada
Por eso cuando hace unos años una compañera me animó a practicar de la meditación, le contesté:
– ¿Pero tu sabes que yo estoy muy ocupada y no puedo perder el tiempo?»
– Por eso mismo, quiero que conozcas la Meditación, para desocuparte. Me contestó
Y me quedé muerta.
– Des-ocuparme expresamente. ¡Ni se me había pasado por la cabeza!
Pues lo conseguí.
He conseguido, a pesar de la cantidad de tareas y de mis horas de trabajo, invertir una parte de mi tiempo en «Meditar y dejar de hacer»
Sigo siendo «hacedora» pero también practico el «no hacer»
Hoy te cuento como lo hago yo, cual es mi método.
Existen infinidad de técnicas de meditación con calendarios estrictos y largas semanas de formación.
Quizás los puristas en meditación se echarán las manos a la cabeza por mi falta de método.
Este no es un Post para crear polémica.
Solo quiero compartir contigo como me las apaño yo para que
Meditar ya sea un hábito en mis días ajetreados.
Tengo mi método, que es flexible porque no estoy igual todos los días.
Y no quiero estresarme para liberarme del estrés :)
Mis pautas son estas:
- Hazlo fácil. No te compliques
- Solo practica. No quieras hacerlo perfecto
- Buscate truquillos para ser constante
- Necesitas muy poco para meditar
- Disfruta de la experiencia.
- Piensa en lo bien que te lo vas a pasar en tu siguiente práctica
#1. Hazlo fácil
La creencia de que meditar es dificil es una excusa. Si hay algo de complicado en el meditar es la constancia y perseverancia. Pero esto nos ocurre con infinidad de actividades que empezamos y a las dos semanas las abandonamos.
#2. Solo practica.
La mejor noticia es que la perfección en la Meditación no existe. Si eres de las perfeccionistas, con la meditación ríndete. Es un progreso individual y solo serás tu quien vea los avances.
[Tweet «La perfección en la meditación reside en la constancia. «]
#3. Búscate truquillos para ser constante
Nos cuesta cambiar y incorporar nuevas actividades a nuestras rutinas. A tu mente le gusta estar en la Zona de Confort de su ajetreo. Y tu piensas que no vas a poder cambiar ese ritmo.
Lo primero para empezar es dándote un motivo.
Que puede ser:
- estarás menos enfadada
- te dolerá menos la cabeza
- disfrutarás del silencio
Lo segundo es buscar trucos.
Realiza tu práctica después de hacer algo que haces todos los días de manera mecánica. Como por ejemplo:
- tomarte el desayuno
- ducharte por las mañanas
- cambiarte de ropa cuando llegas a casa
- cepillarte los dientes
- fregar los platos
- cenar
- etc. etc
Si practicas la meditación «después de … » a tu mente le será fácil asociarlo y no dejarás que entren las excusas
#4. Sé minimalista.
Es cierto que en este post como invitada te invitaba a crearte tu espacio para meditar y lo mantengo. Pero quererlo tener todo a punto y perfecto que no sea una excusa para no practicar.
Si por alguna razón no dispones de:
- cojín para meditar o zafú, puedes usar dos mantas enrolladas
- música suave, practicas en silencio
- incienso, meditas sin perfume
- luz tenue, apagas del todo la luz o practicas con la iluminación que tienes en ese momento.
#5 Disfruta de la experiencia
Meditar es un regalo. Es un precioso momento de calma en el que estás contigo misma y que todo está bien.
Solo son 20 minutos. Date estos momentos para poder estar en paz. Crea tu espacio de quietud mental y olvídate del exterior
#6. Vuélvete adicta al bienestar
Cuando lleves unas semanas meditando te darás cuenta que estarás esperando el momento de la práctica como si viniera a verte tu mejor amiga.
Necesitarás la meditación como el aire que respiras y tu misma crearas tus horarios de trabajo y actividades en función a tu práctica.
Conclusión
Para que la meditación se convierta en un Hábito en tu ajetreada vida. Haz esto:
- medita todos los días después de hacer alguna actividad rutinaria
- hazlo tal cual. Si no dispones de cojín, siéntate sobre unas mantas enrolladas
- empieza por una semana y después sigue
- confía y disfruta del silencio.
Cuéntame tu.
¿Practicas la meditación a tu manera o sigues algunas enseñanzas de escuelas de meditación?
Todas las maneras son buenas. Lo importante es que tu te sientas cómoda.